"Las ideas duran poco. Hay que hacer algo con ellas"
D. Santiago Ramón y Cajal

sábado, 20 de noviembre de 2010

FRONTIERS IN PHYSIOLOGY

Para quien no la conozca, en éste enlace puede acceder a una interesante revista de libre acceso y relativamente joven cuyo título es bastante sugestivo y habla por sí mismo: Frontiers in Physiology.
Contiene 27 secciones diferentes en las que se publican artículos en la frontera del conocimiento. Particularmente recomiendo las secciones Frontiers in Exercise Physiology y Frontiers in Fractal Physiology.
Que la disfruteis.

domingo, 3 de octubre de 2010

HEMOSTASIA Y EJERCICIO

Los mecanismos hemostáticos dependen de cuatro factores: la pared vascular, la función plaquetaria, la coagulación sanguínea y la fibrinólisis. El mantenimiento de una hemostasia normal supone el correcto funcionamiento de estos cuatro factores, de forma que la alteración de uno solo de ellos es siempre causa de patología.
Se ha demostrado que el ejercicio físico tiene múltiples efectos sobre la hemostasia y esto depende fundamentalmente de las características del sujeto (edad, sexo, patología de base, estado de entrenamiento,…) y del tipo de ejercicio físico (calidad, intensidad, duración,…). Aunque este tema ha sido objeto de numerosos estudios desde hace muchos años, sabemos que existe una íntima relación entre hemostasia y actividad física pero desconocemos bastante acerca de la naturaleza de estos cambios.
Así, la bibliografía establece que el ejercicio físico induce un acortamiento del tiempo de coagulación en sangre completa y del tiempo parcial de tromboplastina, aunque no están claros los efectos del ejercicio sobre los tiempos de Trombina (TT) y Protrombina (TP) ni tampoco la duración de estos efectos tras el ejercicio. Tampoco está totalmente claro si la magnitud de estos cambios es diferente con distintas intensidades y/o duraciones de ejercicio o con diferentes tipos de ejercicio.
Por otra parte, está aceptado que tras el ejercicio intenso hay un estado de hipercoagulabilidad que probablemente está mediado por un aumento del factor VIII. Ejercicios de diferente intensidad y duración inducen aumentos en la actividad del factor VIII que muestran una correlación positiva con la intensidad del ejercicio o, en el caso de ejercicios de resistencia, con el volumen de trabajo. Aunque no se conoce muy bien el mecanismo, parece ser que el estímulo responsable de este aumento de factor VIII está mediado por receptores beta-adrenérgicos, pero no todo el mundo está de acuerdo.
En cuanto al fibrinógeno, no podemos formar una opinión clara ya que los estudios que investigan los efectos del ejercicio agudo sobre la concentración plasmática de fibrinógeno aportan conclusiones contradictorias. Y por lo que respecta a las plaquetas, se acepta que el ejercicio extenuante induce un aumento en el recuento de plaquetas que se atribuye a la liberación por parte del bazo, médula ósea y lecho vascular pulmonar.
Parece existir bastante acuerdo en que los cambios de hipercoagulabilidad que induce el ejercicio se ven compensados por cambios paralelos en la fibrinólisis que ayudan a restablecer el equilibrio. Así, está aceptado que el ejercicio intenso induce una importante activación de la fibrinólisis a consecuencia de la liberación del Activador Tisular del Plasminógeno (tPA) a partir de células del endotelio vascular. Parece ser que estos aumentos de la actividad fibrinolítica son dependientes de la intensidad pero no hay acuerdo sobre su duración.

Dada la importancia que estos aspectos pueden tener para la salud de los deportistas que pasan buena parte de su vida entrenando y compitiendo a altas intensidades y con grandes volúmenes de trabajo, sería muy importante investigar sobre algunos aspectos que requieren ser aclarados. Entre ellos destaca la escasa información respecto al entrenamiento deportivo de alta competición y el hecho de que los trabajos son poco concluyentes y se refieren mayoritariamente a población sedentaria que sigue algún programa de acondicionamiento o a pacientes que siguen un programa de actividad física.
Hay muy pocos trabajos controlando el tipo de ejercicio, su intensidad y duración, por lo que la relación entre intensidad de ejercicio y los fenómenos de activación de la coagulación y la fibrinólisis es aún controvertida. Tampoco hay datos concluyentes en deportistas entrenados ya que los artículos publicados al respecto no diferencian niveles de entrenamiento. Es más, la mayoría de ellos son trabajos con un enfoque clínico realizados con pacientes o con sujetos sanos pero no deportistas.
De la misma manera que los cambios en la hemostasia inducidos por el ejercicio son diferentes en sujetos sanos que en pacientes cardiovasculares (por ejemplo) y teniendo en cuenta la más que probable relación de estos cambios con la estimulación adrenérgica, parece razonable suponer que, en el caso de los deportistas, los efectos que el ejercicio tiene sobre la coagulación y la fibrinolisis sean diferentes según el grado de entrenamiento del sujeto.

(Estos datos forman parte de una revisión realizada por la Dra. María Yera Cobo del Servicio de Hematología del Hospital Puerta del Mar de Cádiz, en la que he tenido el placer de colaborar, y que ha sido recientemente aceptada para su publicación en la revista Archivos de Medicina del Deporte).

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Nuevo número de la RAMD

En este enlace se encuentra disponible a texto completo el nuevo número (septiembre 2010) de la Revista Andaluza de Medicina del Deporte.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Nuevo número de la RAMD

Ya está disponible en la web de Elsevier el nuevo número de la Revista Andaluza de Medicina del Deporte.
En esta ocasión se trata de un número monográfico sobre sistemas complejos en Fisiología humana que seguro que resultará muy interesante.

martes, 26 de enero de 2010

¿CUÁNTA ACTIVIDAD FÍSICA ES NECESARIA PARA ESTAR SANOS?

La nueva guía de actividad física publicada en 2008 por el Departamento de Salud del Gobierno de los Estados Unidos (Physical Activity Guidelines for Americans, 2008) introdujo un cambio importante en la forma de valorar cuánta actividad física es necesaria para mantener un estado de vida saludable. Para ello, realizó una clasificación con diferentes grados de actividad en función del gasto energético basándose en la evidencia científica existente.

Recordemos que un MET es el gasto energético que un sujeto tiene en situación basal, de manera que una actividad de 4 METs sería aquella que requiere un gasto energético 4 veces superior al de reposo. Por otra parte, el gasto energético total de una actividad no depende sólo de la intensidad sino también de su duración; así, si la actividad mencionada se mantuviera durante 30 minutos, el sujeto realizaría un gasto energético total de 120 METs-minuto, pero también obtendría el mismo gasto si realizara, por ejemplo, una actividad de 8 METs durante 15 minutos.

La Physical Activity Guidelines for Americans establece una actividad física semanal entre los 500 y 1000 METs-minuto como límite inferior para la salud. Para alcanzar este gasto energético, los adultos necesitarían acumular, al menos, 150 minutos semanales de actividad física moderada o 75 minutos de actividad física vigorosa. Se entiende por actividad física moderada aquella que requiere un gasto energético entre 3 y 6 METs y actividad física vigorosa la que requiere más de 6 METs. Como ejemplo, para la mayoría de los sujetos caminar a un ritmo entre 5 y 6 km/h supone un gasto entre 3,3 y 3,5 METs, mientras que correr a un ritmo de 5 minutos el kilómetro (12 km/h) requeriría unos 10 METs. También podría establecerse la intensidad como porcentaje del VO2max o de la FC de reserva, de forma que una actividad moderada se encontraría entre el 40 y el 60% de intensidad y una actividad vigorosa estaría entre el 60 y el 85%.

Pero el verdadero problema se encuentra en los niños y adolescentes. Según la evidencia, este grupo de edad debería acumular 60 minutos diarios de actividad combinando actividades moderadas y vigorosas junto con trabajo de fortalecimiento muscular al menos tres veces por semana.

Resulta bastante evidente que la mayoría de nuestros niños y adolescentes están bastante lejos de estas recomendaciones.

MANUAL VFC EN EL DEPORTE CON ACCESO LIBRE.

 Una vez agotada la primera edición del Manual de Variabilidad de la Frecuencia Cardiaca y tras la desaparición de la empresa que daba sopor...